jueves, 4 de enero de 2018

Cardenal Müller: “La Iglesia no puede ignorar, menos humillar, a quien tiene preguntas serias”


Cardenal Müller: “La Iglesia no puede ignorar, menos humillar, a quien tiene preguntas serias”


El ex prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe asegura que si la Santa Sede no responde a las legítimas perplejidades podría aumentar sin quererlo el riesgo de una lenta separación que podría acabar en un cisma por parte de un sector del mundo católico, desorientado y decepcionado.

El Cardenal Gerhard Ludwig Müller, ex prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, no está dispuesto a que sus recientes desencuentros con el Papa Francisco se instrumentalicen para ahondar en la división de la Iglesia y asegura que nadie podrá poner el duda su lealtad al Santo Padre, pero también opina -en una entrevista concedida al diario italiano ‘Il Corriere della Sera’- que “las autoridades de la Iglesia deben escuchar a quienes plantean preguntas serias o justas reclamaciones, no ignorarles o, peor aún, humillarles”.
No hay reacción más infantil que negar divisiones y conflictos cuando los hay, y buena parte de las publicaciones católicas llevan años jugando exactamente a eso, como si pudiésemos seguir afirmando que somos cristianos adultos cuando fingimos que no existe la grieta que se está abriendo ante nuestros ojos.
Müller, al menos, la ve y la llama por su nombre. Es más, asegura que, si la Santa Sede no responde a las legítimas perplejidades, “sin quererlo, podría aumentar el riesgo de una lenta separación que podría acabar en un cisma por parte de un sector del mundo católico, desorientado y decepcionado. La historia del cisma protestante de Martín Lutero hace 500 años debería enseñarnos qué errores se deben evitar”.
El cardenal y experto teólogo alemán hace referencia, naturalmente, al silencio de Francisco, que dura ya más de un año, ante las dudas o ‘Dubia’ formalmente presentadas por cuatro cardenales -de los que solo sobreviven dos, Burke y Brandmuller- sobre la exortación papal Amoris Laetitia.
“Creo que los cardenales que han expresado sus dudas sobre Amoris Laetitia, o los 62 firmantes de la ‘correctio filialis’, se bien excesiva, deben ser escuchados y no apartados como “fariseos” o meros gruñones”, continúa Su Eminencia. “El único modo de salir de esta situación es mediante un diálogo claro y sincero”.
No es eso lo que está ocurriendo, advierte Müller, que teme que en el “círculo mágico” del Papa hay más que nada personas que se preocupan sobre todo “de espiar a presuntos adversarios, impidiendo así una discusión abierta y equilibrada”.
El peor servicio que hacen estas personas a la Iglesia es etiquetar a unos y a otros como “amigos” o “enemigos” de Francisco. “Es desconcertante cuando un famoso periodista ateo presume de ser amigo del Papa mientras que, al mismo tiempo, un obispo católico y cardenal como yo es difamado como adversario del Santo Padre”.
La Iglesia quizá no esté más dividida que bajo el Pontificado de Benedicto XVI, pero sí más debilitada, opina Müller. El Cardenal lamenta un clero cada vez más reducido y centrado más en aspectos organizativos, políticos y diplomáticos que teológicos y espirituales. Demasiada ‘política eclesiástica’.
Al hablar de Francisco, sus palabras podrían interpretarse como una velada crítica. “El Papa Francisco -dice- es muy popular, y eso está bien. Pero no aumenta el número de los que se acercan a los sacramentos. Y su popularidad entre los no católicos que le citan con entusiasmo no cambia desgraciadamente sus falsas convicciones”.
Y sigue personalizando: “Emma Bonino, por ejemplo, alaba al Papa pero sigue firme en sus posiciones con respecto al aborto, que el Papa condena. Debemos procurar no confundir la enorme popularidad de Francisco, que es también un enorme patrimonio para el mundo católico, con un verdadero resurgir de la fe”.
“Tengo la sensación de que Francisco quiere escuchar e integrar a todo el mundo”.

ANUNCIO DE LAS CELEBRACIONES MOVIBLES DEL AÑO 2018




ANUNCIO DE LAS CELEBRACIONES MOVIBLES DEL AÑO 2018

Queridos hermanos:

La gloria del Señor se ha manifestado y se continuará manifestando entre nosotros, hasta el día de su retorno glorioso.

En la sucesión de las diversas fiestas y solemnidades del tiempo, recordamos y vivimos los misterios de la salvación.

Centro de todo el año litúrgico es el Triduo Pascual del Señor crucificado, sepultado y resucitado, que este año culminará en la Noche santa de Pascua que, con gozo, celebraremos el día 1 de abril.

Cada domingo, Pascua semanal, la Santa Iglesia hará presente este mismo acontecimiento, en el cual Cristo ha vencido el pecado y la muerte.

De la Pascua fluyen, como de su manantial, todos los demás días santos:

El Miércoles de Ceniza, comienzo de la Cuaresma, que celebraremos el día 14 de febrero.

La Ascensión del Señor, que este año será celebrada el día 10 de mayo.

El domingo de Pentecostés, que este año celebraremos el 20 de mayo.

El primer domingo de Adviento, que celebraremos el día 1 de diciembre.

También en las fiestas de la Santísima Virgen María, Madre de Dios, de los apóstoles, de los santos y en la Conmemoración de todos los fieles difuntos, la Iglesia, peregrina en la tierra, proclama la Pascua de su Señor.

A él, el Cristo glorioso, el que era, el que es y el que vendrá, al que es Señor del tiempo y de la historia, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Dado en la Solemnidad de la Epifanía del Señor, a 7 de enero del año del Señor de 2018.

ANNOUNCEMENT OF CELEBRATIONST MOVINGHE YEAR 2018

 ANNOUNCEMENT CELEBRATIONS MOVING OF THE YEAR 2018

Dear Brothers,
 The glory of the Lord has said and will continue to manifest among us, until the day of his glorious return.
 In the succession of the various feasts and solemnities of the time, we remember and live the mysteries of salvation.
 Center of the whole liturgical year is the Easter Triduum of the Lord crucified, buried and resurrected, this year culminating in the Easter holy night, in joy, celebrating the 1 April.
 Every Sunday, Easter week, the Holy Church will present this same event, in which Christ has conquered sin and death.
 Easter flow, as its source, all other holy days:
 On Ash Wednesday, the beginning of Lent, which celebrate the 14 of february.
 The Ascension of the Lord, which this year will be held on 10 may.
 On Pentecost Sunday, which this year celebrate the 20 may.
 The first Sunday of Advent, which will celebrate the 1 december.
 Also in the feasts of the Blessed Virgin Mary, Mother of God, the apostles, saints and the Commemoration of All Souls, the pilgrim Church on earth, proclaims the Passover of the Lord.
 To him, the glorious Christ, who was and who is and who will, who is Lord of time and history, all honor and glory for ever and ever. Amen.
 Since the Feast of the Epiphany, January 7, AD 2018.

MOBILI CELEBRAZIONI ANNUNCIO del 2018

MOBILI CELEBRAZIONI ANNUNCIO del 2018
 Cari Fratelli,
 La gloria del Signore ha detto e continuerà a manifestare in mezzo a noi, fino al giorno del suo ritorno glorioso.
 Nella successione delle varie feste e solennità del tempo ricordiamo e viviamo i misteri della salvezza.
 Centro di tutto l'anno liturgico è il Triduo pasquale del Signore crocifisso, sepolto e risorto, quest'anno si conclude nella notte santa di Pasqua, nella gioia, celebrando il 1 aprile.
 Ogni Domenica, settimana di Pasqua, la Santa Chiesa presenterà lo stesso evento, in cui Cristo ha vinto il peccato e la morte.
 Pasqua flusso, come sua fonte, tutti gli altri giorni santi:
 Mercoledì delle Ceneri, inizio della Quaresima, che celebrano il 14 febbrario.
 L'Ascensione del Signore, che quest'anno si terrà il 10 maggio.
 Domenica di Pentecoste, che quest'anno celebrano il 20 maggio.
 La prima Domenica di Avvento, che celebrerà il 1 dicembre.
 Anche nelle feste della Beata Vergine Maria, Madre di Dio, gli Apostoli, Santi e la Commemorazione di tutti i fedeli defunti, la Chiesa pellegrina sulla terra, proclama la Pasqua del Signore.
 Per lui, il Cristo glorioso, che era e che è e che sarà, che è Signore del tempo e della storia, ogni onore e gloria nei secoli dei secoli. Amen.
 Poiché la festa dell'Epifania, 7 gennaio, AD 2018.

ANUNCI DE LES CELEBRACIONS Movible L'ANY 2018

ANUNCI DE LES CELEBRACIONS Movible L'ANY 2018

 Estimats germans:

La glòria del Senyor s'ha manifestat i es continuarà manifestant entre nosaltres, fins al dia del seu retorn gloriós.

En la successió de les diverses festes i solemnitats del temps, recordem i vivim els misteris de la salvació.

Centre de tot l'any litúrgic és el Tridu Pasqual del Senyor crucificat, sepultat i ressuscitat, que enguany culminarà en la Nit Santa de Pasqua que, amb goig, celebrarem el dia 1 d'abril.

Cada diumenge, Pasqua setmanal, la Santa Església farà present aquest mateix esdeveniment, en el qual Crist ha vençut el pecat i la mort.

De la Pasqua flueixen, com de la seva font, tots els altres dies sants:

El Dimecres de Cendra, començament de la Quaresma, que celebrarem el dia 14 de febr.
 
L'Ascensió del Senyor, que aquest any serà del dia 10 de mayo.

El diumenge de Pentecosta, que aquest any celebrarem el 20 de mayo.

El primer diumenge d'Advent, que celebrarem el dia 1 de Diciembre.

També en les festes de la Santíssima Verge Maria, Mare de Déu, dels apòstols, dels sants i en la Commemoració de tots els fidels difunts, l'Església, pelegrina a la terra, proclama la Pasqua del seu Senyor.

A ell, el Crist gloriós, el que era, el que és i el que vindrà, al que és Senyor del temps i de la història, tot honor i tota glòria pels segles dels segles. Amén.

Donat a la solemnitat de l'Epifania del Senyor, 7 de gener de l'any del Senyor de 2018.

Solemnidad de Maria Madre de Dios



La Solemnidad de Santa María Madre de Dios es la primer Fiesta Mariana que apareció en la Iglesia Occidental, su celebración se comenzó a dar en Roma hacia el siglo VI, probablemente junto con la dedicación –el 1º de enero– del templo “Santa María Antigua” en el Foro Romano, una de las primeras iglesias marianas de Roma.
La antigüedad de la celebración mariana se constata en las pinturas con el nombre de “María, Madre de Dios” (Theotókos) que han sido encontradas en las Catacumbas o antiquísimos subterráneos que están cavados debajo de la ciudad de Roma, donde se reunían los primeros cristianos para celebrar la Misa en tiempos de las persecuciones.
Más adelante, el rito romano celebraba el 1º de enero la octava de Navidad, conmemorando la circuncisión del Niño Jesús. Tras desaparecer la antigua fiesta mariana, en 1931, el Papa Pío XI, con ocasión del XV centenario del concilio de Éfeso (431), instituyó la Fiesta Mariana para el 11 de octubre, en recuerdo de este Concilio, en el que se proclamó solemnemente a Santa María como verdadera Madre de Cristo, que es verdadero Hijo de Dios; pero en la última reforma del calendario –luego del Concilio Vaticano II– se trasladó la fiesta al 1 de enero, con la máxima categoría litúrgica, de solemnidad, y con título de Santa María, Madre de Dios.
De esta manera, esta Fiesta Mariana encuentra un marco litúrgico más adecuado en el tiempo de la Navidad del Señor; y al mismo tiempo, todos los católicos empezamos el año pidiendo la protección de la Santísima Virgen María.
El Concilio de Éfeso
En el año de 431, el hereje Nestorio se atrevió a decir que María no era Madre de Dios, afirmando: “¿Entonces Dios tiene una madre? Pues entonces no condenemos la mitología griega, que les atribuye una madre a los dioses”. Ante ello, se reunieron los 200 obispos del mundo en Éfeso –la ciudad donde la Santísima Virgen pasó sus últimos años– e iluminados por el Espíritu Santo declararon: “La Virgen María sí es Madre de Dios porque su Hijo, Cristo, es Dios”. Y acompañados por todo el gentío de la ciudad que los rodeaba portando antorchas encendidas, hicieron una gran procesión cantando: "Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén".
Asimismo, San Cirilo de Alejandría resaltó: “Se dirá: ¿la Virgen es madre de la divinidad? A eso respondemos: el Verbo viviente, subsistente, fue engendrado por la misma substancia de Dios Padre, existe desde toda la eternidad... Pero en el tiempo él se hizo carne, por eso se puede decir que nació de mujer”.
Madre del Niño Dios
“He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra”
Es desde ese fiat, hágase que Santa María respondió firme y amorosamente al Plan de Dios; gracias a su entrega generosa Dios mismo se pudo encarnar para traernos la Reconciliación, que nos libra de las heridas del pecado.
La doncella de Nazareth, la llena de gracia, al asumir en su vientre al Niño Jesús, la Segunda Persona de la Trinidad, se convierte en la Madre de Dios, dando todo de sí para su Hijo; vemos pues que todo en ella apunta a su Hijo Jesús.
Es por ello, que María es modelo para todo cristiano que busca día a día alcanzar su santificación. En nuestra Madre Santa María encontramos la guía segura que nos introduce en la vida del Señor Jesús, ayudándonos a conformarnos con Él y poder decir como el Apóstol “vivo yo más no yo, es Cristo quien vive en mí”.