miércoles, 26 de septiembre de 2018

Arzobispo de San Francisco confirma parte del testimonio del ex nuncio Viganò


El Arzobispo de San Francisco en Estados Unidos, Mons. Salvatore Cordileone, confirmó parte del testimonio de Mons. Carlo Maria Viganò, ex diplomático vaticano.
En una carta dirigida a toda la Arquidiócesis de San Francisco, Mons. Cordileone aseguró que “conocí bien al Arzobispo Viganò durante los años que sirvió como Nuncio Apostólico aquí en los Estados Unidos. Puedo atestiguar que es un hombre que sirvió a su misión con dedicación desinteresada, que cumplió bien la misión petrina confiada a él por el Santo Padre de ‘fortalecer a sus hermanos en la fe’, y que lo hizo así con un gran sacrificio personal y con ninguna consideración en absoluto a promover su ‘carrera’ –todo lo cual habla de su integridad y amor sincero a la Iglesia”.
“Aún más, aunque no tuve información privilegiada sobre la situación del Arzobispo McCarrick, de la información que tengo sobre algunas pocas de las otras declaraciones que hace el Arzobispo Viganò, puedo confirmar que son verdad”.
Mons. Viganò publicó el 25 de agosto un “Testimonio” de 11 páginas, responsabilizando a diversos sacerdotes, obispos y cardenales de encubrir las denuncias de abusos sexuales que pesan sobre el ex cardenal Theodore McCarrick, Arzobispo Emérito de Washington.
El ex nuncio en Estados Unidos dijo además que poco después de su elección, en marzo de 2013, el Papa Francisco levantó supuestas sanciones que su predecesor, Benedicto XVI, le habría impuesto a McCarrick y lo habría convertido en “su consejero de confianza”.
De hecho, según Mons. Viganò, McCarrick aconsejó al Papa Francisco sobre los nombramientos de obispos en Estados Unidos, como el del nuevo Arzobispo de Chicago, Cardenal Blase Cupich, y el Arzobispo de Newark, Cardenal Joseph William Tobin.
El Arzobispo de San Francisco aseguró que las declaraciones del ex nuncio “deben ser tomadas muy seriamente. Descartarlas con ligereza continuaría una cultura de negación y ofuscación”.
         El Papa Francisco y el otrora Cardenal McCarrick
Sin embargo, precisó, “para validar sus declaraciones en detalle tendrá que realizarse una investigación formal, una que sea minuciosa y objetiva”.
El prelado estadounidense agradeció luego al Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Cardenal Daniel DiNardo, “por reconocer el mérito de encontrar respuestas que sean ‘concluyentes y basadas en evidencia’, y uno mi voz a la de otros obispos en el pedido de esa investigación, y en tomar cualquier acción correctiva que pueda ser necesaria a la luz de estos hallazgos”.
Mons. Cordileone recordó que fue nombrado obispo “el 5 de julio de 2002, tres semanas después de la reunión de la USCCB en Dallas que aprobó la Carta para la Protección de Niños y Jóvenes, y aún en el apogeo del drama de las revelaciones de abusos sexuales de menores por parte del clero”.
En esa época, dijo, se encontró con un amigo sacerdote que lo felicitó por su nombramiento. “Le respondí ‘gracias, pero este no es un buen momento para convertirse en obispo’. Nunca olvidaré su respuesta: ‘pero es un buen momento para ser un gran obispo’”.
“Lo que él me dijo entonces puede decirse a todos los católicos en este tiempo”, destacó.
El Arzobispo de San Francisco subrayó que “la Iglesia necesita purificación” y señaló que “la purificación siempre es dolorosa”.
A las víctimas de abusos, el prelado les pidió que “sepan de nuestras oraciones y amor por ustedes, y que continuamos aquí para ustedes, para apoyarlos y ayudarles a curar con los recursos que tenemos disponibles”.
Mons. Cordileone señaló además que para que la purificación querida por Dios funcione, “debemos cooperar”.
Dios siempre ha levantado grandes santos en tiempos similares de agitación en la Iglesia. Hago un llamado a todos nosotros a volver a dedicarnos a la oración, penitencia y adoración del Santísimo Sacramento, para que Dios nos bendiga con esta gracia”, dijo.

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