Foto de la Misa del Bautismo de Santa, conversa del Hinduismo al Catolicismo, por la Evangelización del Padre Federico, SE.
Obispo Católica
del Himalaya impide que Misioneros bautice o enseñe la Fe Católica
Misionero de manos encadenadas
Acá, el obispo no me deja bautizar a nadie. Y hace
poco se indignó conmigo ya que mi estilo
pastoral fue calificado de “no-respetuoso con las demás religiones”. Es que
resulta que ahora la Verdad debe respetar el error. Esta parece ser la moda de
la hora presente, moda estúpida hija de documentos
tristemente ambiguos como Nostrae aetate o
Dignitatis humanae, documentos que parecen ignorar el divino mandato
del “sí, sí; no, no".
No se crean que me voy por las ramas ya que el
canciller episcopal, en la punta del Himalaya, me lo dijo claramente: “el concilio Vaticano II manda respetar las
demás religiones". El obispo católico , también -se declara “BUDISTA”-,
me lo dijo clara y públicamente: “I respect my Buddhist religion” (“yo respeto mi religión budista”).
Cuando me lo dijo, me quedé helado. Sí, así, tal cual como lo leyeron.
Es que en la “iglesia primaveral” cualquiera puede
decir cualquier disparate, con tal de que el disparate sea políticamente
correcto. O eclesialmente correcto. Mi
misión acá cuelga de un hilo, pero ese hilo lo tiene Dios. Y a Dios, no le
gana nadie. Como decía, acá no me dejan bautizar ya que el obispo teme que el
gobierno indio nos haga problemas.
Mis manos
están encadenadas.
Ahora bien, hace años que una maestra hinduísta
viene a misa y reza el rosario. Ella oye con gusto la predicación. Se llama Santa. Varias veces le pregunté si
quería bautizarse. Me dijo que temía tener problemas con su familia. Temía que
la obligaran a idolatrar en su casa. Y por eso, ella no se bautizaba. Pero,
últimamente, la gracia la tocó y se enamoró de Jesús con gran fuerza. Mas, a mí
no me dejan bautizar… A mí me pueden atar las manos, pero a Dios no se las
pueden atar.
¿Qué pasó? Hace unas semanas, la invité a que fuese
un mes a vivir un convento de otro país. Fue con gusto y pidió el sagrado
Bautismo. El Obispo de ese remoto lugar aceptó darle todos los sacramentos de
iniciación. Hoy, 31 de diciembre, Santa se bautizó y recibió la Primera
Comunión. Desde hoy, y sólo desde hoy, ella es hija de Dios. Ahora, Santa puede
llegar a ser santa. Ahora, tiene el Paraíso abierto.
Agradecemos a la amiga colombiana que donó la plata
para que compremos los pasajes de los cuatro aviones necesarios para que ella
pudiese ser bautizada.
Con jerarcas traidores, la misión es humanamente imposible.
Con Dios, todo se puede. Hasta lo imposible.
¡Que Dios nos dé un 2019 permeado del más sagrado
proselitismo!
¡Que Dios nos dé un 2019 lleno de santos imposibles
que se hagan realidad!
¡Viva Cristo Rey!
Padre Federico
Misionero de manos encadenadas
1°/I/19, 00:00 Naga-Namgor, Himalaya
NOTA:
El Padre Federico, SE, es sacerdote.
Abogado por la Universidad de Buenos Aires (UBA), Licenciado y Doctorando en
Filosofía (Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, Roma). Se desempeñó dictando
materias en tres Seminarios Mayores. Ha escrito varios libros. Desde enero de
2014, es Misionero en Extremo Oriente. Actualmente, misiona en la Meseta
Tibetana. Puedes ponerte en contacto con él en maradentrose@gmail.com o en su página de Facebook.
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